En una decisión que ha sorprendido a muchos, Tom Cruise, uno de los actores más emblemáticos de Hollywood, ha declinado recibir el prestigioso Premio Kennedy Center de manos de Donald Trump. Según el Washington Post, la razón dada por el actor fueron «problemas de agenda», lo que ha despertado rumores y especulaciones sobre sus verdaderas intenciones.
Este galardón, que desde 1978 otorga el Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas, es considerado la máxima distinción que un artista puede recibir en Estados Unidos. El propio Trump anunció recientemente quiénes serían los afortunados este año: entre ellos destacan el grupo de rock Kiss, Sylvester Stallone, George Strait y Gloria Gaynor. Sin embargo, parece que Cruise no quería formar parte del evento televisado en diciembre.
Un perfil apolítico con principios
Aunque Tom ha estado vinculado a la Iglesia de la Cienciología y ha apoyado a veteranos del Ejército estadounidense, siempre se ha mantenido al margen de la política activa. Durante la promoción de su última película, Misión Imposible: Sentencia final, evitó cualquier pregunta relacionada con Trump o sus políticas comerciales. Este hecho no es aislado; otros artistas han rechazado este tipo de reconocimientos por motivos políticos en el pasado.
La historia recuerda cómo Mel Brooks declinó también recibir el mismo premio en 2009 cuando George W. Bush estaba en la Casa Blanca. De hecho, el productor Norman Lear decidió no asistir a la gala durante el primer mandato de Trump aunque aceptó su galardón en otro momento. En fin, esta negativa de Cruise refleja una postura clara ante un panorama artístico cada vez más influenciado por cuestiones políticas.