En una tarde cualquiera, mientras la brisa acaricia las calles de Málaga, encontramos a Vanesa Martín, la talentosa cantante y compositora que ha hecho de su tierra el corazón de su música. Con su nuevo disco, ‘Casa Mía’, en plena gira, se siente más libre y auténtica que nunca. Esta noche, a las 22:30 horas, se presenta en Ronda, y la expectación es palpable.
Un viaje personal y emocional
Cuando hablamos de ‘Casa Mía’, ella nos dice que no siente miedo al compartirlo con los demás. Más bien hay adrenalina, emoción e impaciencia. “El título habla de un hogar, sí, pero también de un espacio mental donde espero que la música sane y acompañe”, explica Vanesa con una sinceridad que llega al alma.
La relación de Vanesa con la música es profunda; no solo como autora e intérprete, sino también como oyente. Recuerda momentos especiales en los que sus canciones han ayudado a otros: “Desde alguien en coma inducido hasta quienes encuentran consuelo durante tratamientos difíciles”. Cada historia le toca el corazón y refuerza su compromiso con su arte.
Málaga ocupa un lugar especial en su vida: “Yo no soy sin Málaga; es lo que me ancla cuando me siento perdida”, confiesa con nostalgia. Es evidente que sus raíces son parte esencial de quien es. La gente que asiste a sus conciertos trae consigo una pasión contagiosa; para ella son su refugio y esencia.
A medida que profundizamos en su proceso creativo, Vanesa comparte cómo ha experimentado con herramientas nuevas como el Autotune: “Lo he usado como un instrumento más y me he divertido mucho”. Con nueve discos a sus espaldas, demuestra claramente que sabe cantar sin necesidad de artificios.
El futuro parece brillante para esta artista valiente. Algunas canciones quedaron fuera del último álbum, pero ella está ansiosa por abrir esas puertas cerradas. Participar en un concierto homenajeando leyendas musicales andaluzas le llena de orgullo: “Agradezco el respeto hacia mi trabajo; me exijo cada vez más”, asegura.
Y aunque muchos ven en ella una persona reservada, Vanesa se define como “salvajemente libre”. Para ella, ser cautelosa no implica perder libertad; al contrario: “La verdadera libertad está en adaptarse y crecer”. Su conexión con la música sigue siendo pura e intensa.