En un rincón de Inca, Mallorca, encontramos a Maria Bauzà, una joven que ha convertido su pasión por el deporte en un faro de inspiración para muchos. Con una energía contagiosa y un acento que lleva como bandera, ella nos recuerda que no hace falta ser olímpico para marcar la diferencia. «No se puede valorar el deporte solo por el resultado estético», dice con firmeza, dejando claro que lo importante va mucho más allá de lo superficial.
Un cambio transformador
La historia de Maria no comienza en un gimnasio lujoso ni con un plan maestro. Su viaje empezó con una decisión vital: dejar atrás los 30 kilos que le pesaban tanto física como emocionalmente. Recordando ese momento crucial, comparte: «No podía subir una escalera sin ahogarme. Ya jugaba al fútbol, pero entendí que también debía cuidar mi alimentación». Así fue como comenzó a forjarse su nueva rutina.
A partir de ahí, lo personal se convirtió en profesional. Ahora está a punto de obtener un certificado en entrenamiento personal y trabaja en un gimnasio local donde combina atención al público con asesoramiento deportivo. Para ella, todo fluye naturalmente; si está cocinando o entrenando, siempre tiene la cámara lista para capturar esos momentos y compartirlos con su comunidad.
Pero Maria no solo habla; ella actúa desde la autenticidad. Su contenido es real y cercano: «Quiero normalizar hacer ejercicio y comer saludable», afirma sin dudarlo. El hecho de comunicar todo en catalán es parte de su esencia: «Es mi lengua natural y me siento cómoda así». Así se convierte en voz de una generación que busca visibilidad en las redes.
Mientras gestiona sus entrenamientos, trabajo y redes sociales —una tarea nada sencilla—, mantiene siempre una actitud positiva. «Soy hiperactiva; necesito moverme», confiesa mientras destaca cómo esta rutina ha aportado estructura a su vida desorganizada.
El CrossFit ha sido su gran descubrimiento; allí encuentra retos constantes que alimentan su motivación: «Siempre hay algo nuevo que desbloquear». Sin embargo, lamenta la falta de espacios competitivos en Mallorca: «Solo hay un lugar para competir aquí». A pesar de ello, anima a quienes sienten miedo al gimnasio a comenzar poco a poco; cada paso cuenta.
Más allá del esfuerzo físico, destaca el valor psicológico del deporte. Según ella: «Si solo valoras el resultado estético te estás perdiendo lo mejor». Sus referentes son clave en este camino: desde su hermano hasta influencers del fitness han moldeado su enfoque hacia el bienestar integral.
A día de hoy, Maria sigue compartiendo su vida sin grandes pretensiones ni filtros artificiales. En un mundo saturado por las apariencias digitales, ella brilla por ser auténtica; una voz fresca que invita a todos a moverse y cuidarse tal como son.