En su última visita a Barcelona, Mikel Erentxun celebró con gran emoción el 40º aniversario de Duncan Dhu. Al charlar con él, uno no puede evitar sentir la nostalgia que emana su voz. Recordamos cómo hace casi dos años, nos anticipaba lo que sería una celebración especial. “Con Diego ceno habitualmente”, dice con una sonrisa, y aunque esa cena fue un primer paso, ahora se ha transformado en una gira enorme que promete extenderse incluso por América el próximo año.
La esencia de Duncan Dhu sigue viva
Mikel deja claro que esta es su última gran gira: “Imagino que ya no celebraremos más aniversarios. Uno tiene una edad y a mí me apetece volver a mi mundo”. Sin embargo, surge la pregunta del por qué Diego Vasallo no forma parte de esta aventura. Él mismo explica: “Diego está más alejado de Duncan que yo. Siempre supimos que no participaría y me animó a seguir adelante”, aclara sin resentimiento.
A pesar de las etiquetas confusas que algunos festivales le ponen a los conciertos—llamándolos todavía Duncan Dhu—Mikel mantiene su postura: “Esta es una gira donde toco repertorio de Duncan Dhu, pero no somos Duncan Dhu”, repite con firmeza. Y así vamos adentrándonos en sus recuerdos musicales; desde los inicios hasta los grandes éxitos como ‘En algún lugar’, que actualmente arrasa en plataformas como Spotify.
La música ha cambiado, dice Mikel. Nos advierte sobre el fenómeno del playback, donde al subir al escenario ya no sabemos si lo que escuchamos es real o un simple truco. Se muestra crítico con cómo la música ha pasado a ser algo efímero y consumido rápidamente por las masas. “Ahora ves a un grupo en un escenario y no sabes qué es real y qué no”, expresa preocupado.
Sobre esta gira tan especial, se siente emocionado pero también consciente del paso del tiempo: “La nostalgia bien entendida no tiene por qué ser mala”, reflexiona Mikel mientras asegura haber grabado casi 30 discos sin vivir anclado en el pasado.
Así se presenta este músico donostiarra ante nosotros: un apasionado por mantener viva la esencia musical de su banda, sin dejarse llevar por las modas pasajeras ni perderse entre luces brillantes y grandes estadios.