Este jueves, en el Atlàntida Film Fest, Sepideh Farsi presentó su nuevo documental, Put Your Soul on Your Hand and Walk, que se centra en la vida de la periodista palestina Fatma Hassona, asesinada en Gaza el 16 de abril. Justo un día después de que su película fuera seleccionada para el Festival de Cannes, Fatma se convirtió en el corazón palpitante del relato. La conexión entre ambas mujeres fue intensa; durante más de 200 días se sumergieron en conversaciones por videollamada mientras la guerra arrasaba a su alrededor.
Una conexión única
Cuando Sepideh conoció a Fatma, supo al instante que debía ser la protagonista. Sus casi diarias videollamadas desde París y Rafah sirvieron como material esencial para el documental. Las pantallas repletas de cortes y sonidos lejanos se transformaron en un lienzo donde plasmar una realidad desgarradora. El título mismo proviene de una frase que Fatma le dijo durante una de sus charlas: «Pon tu alma en tu mano y camina». Sepideh destaca con emoción cómo esta frase refleja no solo la entrega profesional de Fatma como periodista sino también su valentía personal frente a las adversidades.
Aunque el asesinato de Fatma fue un golpe devastador, Sepideh nunca consideró cancelar la película. De hecho, ella misma afirmó: «Si me hubieran matado a mí, la película se hubiera estrenado igual». Esta declaración resuena con fuerza porque muestra cómo cada fotograma es un tributo a la memoria de Fatma.
A lo largo del proceso creativo, Sepideh también reflexionó sobre el papel crucial de las mujeres en Palestina y los desafíos que enfrentan dentro de una sociedad tradicionalmente conservadora. Además, subrayó que muchas periodistas asesinadas son mujeres y advirtió sobre las similitudes con ciertos países europeos donde persiste una visión patriarcal.
No obstante, más allá del contexto político, este documental busca conectar emocionalmente con quienes lo ven. Sepideh espera que al ver su obra muchos entiendan que Palestina no es algo distante; son personas como nosotros. Y ese es precisamente el mensaje que quiere transmitir: dar voz a quienes no pueden ser escuchados y romper las barreras geopolíticas desde la cercanía humana.