Esta semana, el escritor y poeta Pol Guasch ha sido el protagonista del videopodcast Libros y Cosas, donde se sentó a charlar con Inés Martín Rodrigo y Álex Sàlmon sobre su novela más reciente, En las manos, el paraíso quema. Desde su lanzamiento en junio del año pasado, este libro ha hecho ruido en la comunidad literaria, invitando a reflexionar sobre la complejidad de las relaciones humanas.
Las heridas que traemos a la amistad
Nacido en Tarragona en 1997, Pol comparte una visión profunda sobre la amistad. A menudo, llegamos a esos vínculos tan importantes ya cargados de cicatrices; son heridas que muchas veces provienen de nuestra propia familia. “Muchas veces llegamos a la amistad heridos porque la familia nos ha fallado”, explica Guasch. Es evidente que no se puede hablar de amistad sin considerar cómo el lugar donde hemos crecido moldea nuestras conexiones.
La historia de Rita y Líton, los protagonistas de su novela, refleja ese intento desesperado por encontrar un espacio seguro en un mundo que parece condenarlos al fracaso. En sus palabras, “si quieres irte a vivir con tu pareja o solo no puedes por la crisis de vivienda”. Esto nos hace pensar: ¿realmente valoramos lo que tenemos? Para muchos jóvenes hoy día, las amistades son ese trozo de tierra que les queda para construir algo significativo.
Guasch también profundiza en cómo la amistad es un contenedor de deseos ocultos. “Es tan interesante porque tiene tantas capas; cuando se termina duele tanto porque hay cosas que quedan sin decir”, comenta. Esta exploración lleva al autor a reflexionar sobre el duelo tras una ruptura amistosa; ¿cómo enfrentarnos socialmente a esa pérdida cuando parece que no cuenta dentro del relato exitoso de nuestras vidas?
A medida que avanza la conversación, se siente una conexión palpable entre los invitados. La realidad es que todos hemos sentido ese cansancio colectivo y melancólico del presente. “Era crucial retratar ese cansancio generacional sin caer en el cinismo”, señala Guasch con claridad.
Al final del episodio, queda claro que su obra no solo busca entretener; quiere hacer eco de lo que muchos sienten: esa lucha por mantener relaciones auténticas en medio del caos cotidiano.