En el corazón de Alaró, un tesoro artístico está recobrando su esplendor. Hablamos del coro en estuco veneciano de la iglesia local, una obra única que ha sido cuidadosamente restaurada gracias a una inversión de 60.000 euros fruto de la colaboración entre el Consell y el Obispado. Este proceso no es solo un trabajo técnico, es un homenaje a nuestra historia y cultura.
Un legado recuperado
La restauración, dirigida por la talentosa Raquel Garduño junto a un equipo comprometido, se ha centrado en respetar cada uno de los materiales originales utilizados por Antonio Soldati, un artista suizo que dejó huella en Mallorca. ¿Y qué podemos decir del coro? Su forma destaca entre las iglesias mallorquinas, con una longitud impresionante y adornos que parecen contar historias a través de guirnaldas florales y querubines danzantes.
Antònia Roca, vicepresidenta del Consell, expresó durante su visita: «Es fundamental preservar nuestro patrimonio; es lo que nos da identidad como pueblo». Sus palabras resuenan fuerte y claro en tiempos donde tantos lugares están siendo olvidados o tirados a la basura por falta de atención.
A medida que se acercan los actos del IV centenario del templo en 2026, este proyecto no solo significa recuperar arte; también es un paso hacia la valorización cultural de nuestros municipios. Alaró demuestra que con esfuerzo conjunto podemos conservar lo que nos hace únicos.