En una vuelta más al laberinto judicial, la Fiscalía de Burdeos ha decidido reabrir, por cuarta vez, la investigación contra el cantante francés Bertrand Cantat, conocido por su turbulenta vida y su música. Esta vez, la decisión llega tras la emisión del documental de Netflix ‘El caso Cantat’, que ha destapado nuevos testimonios y declaraciones sobre la muerte de su exmujer, Krisztina Rady, que en 2010 fue considerada un suicidio.
Nuevas luces sobre un caso oscuro
El documental, estrenado el pasado 27 de marzo, ha sido como un torrente que arrastra viejas historias. Presenta “numerosas afirmaciones y testimonios” que no se habían contemplado en las investigaciones anteriores. Estas indagaciones se cerraron entre 2013 y 2018 debido a la falta de pruebas. Pero ahora el fiscal Renaud Gaudeul se siente motivado para retomar el asunto e investigar a fondo.
Krisztina Rady, madre de dos hijos con Cantat y separada desde 2002, fue hallada muerta en su hogar en Burdeos con signos evidentes que apuntaban a un suicidio. Sin embargo, lo inquietante es que Cantat estaba presente esa fatídica noche. Hay quien no puede olvidar cómo tres años antes había salido de prisión tras haber golpeado hasta matar a otra mujer: Marie Trintignant.
A pesar del paso del tiempo y los intentos por archivar el caso, las voces feministas han clamado justicia una y otra vez. La presidenta de la asociación Femme et libre, Yel Mellul, fue una de las pioneras en reavivar este fuego con sus denuncias.
Cantat es sin duda una figura controvertida; mientras algunos lo ven como un ícono del rock francés capaz de llenar estadios, otros sienten rabia al pensar que sigue recibiendo aplausos pese a su oscuro pasado. A pesar de lanzar discos tras su salida de prisión y realizar giras con grupos como Detroit o incluso sacarse un álbum en solitario llamado ‘Amor Fati’, sus conciertos han sido objeto de numerosas cancelaciones debido a protestas feministas.