Imagina a un joven Iván Zulueta, con su espíritu inquieto y un lienzo en blanco ante sus ojos, llegando a la vibrante Nueva York de 1964. El cineasta detrás de Arrebato, esa película que muchos consideran una joya inigualable del cine español, nos regala un vistazo a su vida a través de Diario de Nueva York. Este libro no solo es un testimonio de sus días en la Gran Manzana, sino también una ventana abierta al alma de un artista que aún sigue siendo un enigma para muchos.
Un viaje lleno de descubrimientos
Nacido en 1943, Zulueta no solo fue un hombre marcado por su talento, sino también por su búsqueda constante. En esas páginas apunta momentos cotidianos que parecen banales: desayunos en lugares emblemáticos y conversaciones sobre arte con Mrs. Julia. Pero cada palabra refleja el despertar de un creador que lucha con las dudas y los miedos propios de la juventud. Como él mismo dice, «me he cortado el pelo y me he sacado cuatro fotos con peinado Beatle… Las mandaré a casa para que se asusten». Una mezcla entre broma y autocrítica que revela mucho más de lo que parece.
A medida que pasamos las páginas del diario, descubrimos a ese chaval privilegiado pero perdido entre los recovecos infinitos de una ciudad tan inspiradora como abrumadora. Y es aquí donde se entrelazan sus vivencias con las películas que vio; desde la provocativa Lolita hasta el épico Lawrence de Arabia, cada film marcado con notas personales: “Me chifla”, “no me convence” o simplemente “horrible”. Estas anotaciones son más que críticas cinematográficas; son fragmentos del proceso creativo en evolución.
No obstante, este viaje no fue solo sobre arte o cine; también se trató del auto-descubrimiento. En una reflexión sincera escribe: «nunca nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos», poniendo en evidencia el dilema humano universal sobre el valor del hogar frente al deseo de aventura.
Diario de Nueva York, publicado por Pepitas de calabaza & Filmoteca Española, no es solo un relato personal; es un mosaico visual lleno de fotografías e ilustraciones cautivadoras. Nos acerca a la figura única e irrepetible que fue Iván Zulueta antes de convertirse en la leyenda vanguardista que todos conocemos hoy.