En medio de una gira que marca sus 40 años en el mundo de la música, Coque Malla se siente más vivo que nunca. Y es que cada acorde, cada letra, son para él un auténtico vehículo para liberarse y romper esas corazas que muchas veces nos ponemos.
El artista recuerda con emoción el concierto en el Movistar Arena, donde todo cobró vida. «Fue increíble tener a mi hija bailando, rodeado de amigos y seres queridos ante 17.000 personas. Sin duda, ese momento será difícil de superar», comparte entusiasmado.
Preparativos y recuerdos en cada nota
Los preparativos no fueron pan comido; Coque confiesa que casi lo llevan al límite. «Cuando tienes algo tan grande entre manos por una sola noche, la presión es enorme. Pero cuando subí al escenario y todo salió perfecto, fue como un sueño hecho realidad».
Cambiando entre su época con Los Ronaldos y su carrera en solitario, Malla revela cómo ha evolucionado su relación con canciones icónicas como ‘No puedo vivir sin ti’. «La siento más mía ahora, quizás porque la reinterpreté de una forma más romántica. Es curioso cómo las canciones pueden transformarse con nosotros».
A medida que avanza la conversación, toca el tema de las redes sociales y cómo éstas han cambiado la forma en que percibimos el arte. Para él, nunca ha sentido esa presión catastrófica que muchos mencionan; al contrario, considera su música como un refugio donde puede ser auténtico sin miedo a represalias.
Pensando en sus próximos pasos creativos y mirando hacia atrás a sus inicios, concluye: «No le daría consejos a mi yo joven; simplemente le diría que siga así. Los errores son parte del camino».
Y antes de despedirse del escenario, tiene su ritual: una buena ducha y vestirse meticulosamente, como si fuera un torero listo para brillar bajo los focos. Así es Coque Malla: apasionado por su arte y siempre listo para seguir rompiendo moldes.