En un giro inesperado de los acontecimientos, la multinacional textil Mango ha sido condenada por la Audiencia de Barcelona a pagar 750.000 euros a VEGAP, la entidad encargada de gestionar los derechos de autor, tras utilizar sin autorización las obras de tres grandes artistas: Miquel Barceló, Antoni Tàpies y Joan Miró. ¿Y qué fue lo que hicieron? Transformaron y difundieron sus creaciones en el metaverso y en redes sociales, todo ello sin contar con el visto bueno de los autores.
Una indemnización justa para el arte
De esta cantidad total, nuestro querido Miquel Barceló recibirá unos 100.000 euros como compensación por daños patrimoniales, además de otra suma importante por daños morales. Esto no es solo una victoria personal; representa un grito colectivo contra esa tendencia creciente que ve en el arte algo que se puede mercantilizar al antojo. La sentencia deja claro que tener una obra física no te otorga automáticamente el derecho a hacer lo que quieras con ella.
Mango había presentado su colección digital llamada ‘Lazy Minted NFTs’ durante la apertura de su tienda en Nueva York en mayo del 2022, pero la realidad es que esos NFTs fueron creados sin permiso alguno. Y ahora, además de pagar una multa considerable, tendrán que destruir todas esas reproducciones digitales e impedir cualquier uso futuro sin autorización. Los jueces son claros: los autores decidieron mantener sus obras en el mundo físico, y no en ese universo digital lleno de especulación.
Miquel Barceló y los herederos de Tàpies y Miró ven así reconocidos sus derechos frente a prácticas cada vez más comunes donde se utiliza el arte como si fuera un simple producto comercial. Y es que ya basta de tirar a la basura la esencia del arte solo porque las nuevas tecnologías permiten hacerlo.