Este martes, Campanet se ha convertido en el escenario final del cortometraje ‘Banyadors i katiuskas’, un proyecto que ha hecho vibrar a todos los involucrados durante seis intensos días. Al mando de esta aventura está Constança Pons, una joven promesa del cine local que ha contado con un equipo técnico de alrededor de treinta profesionales que han puesto su talento al servicio de esta historia.
Una mirada íntima a la infancia y el duelo
Constança no solo dirige, sino que también es la mente creativa detrás del guion. En este cortometraje, narra la emotiva historia de una niña de seis años enfrentándose a su primer gran duelo: la pérdida de su abuelo en un verano que marcará su vida para siempre. La relación con su hermana mayor, de ocho años, añade una capa profunda a esta experiencia tan humana.
Como bien dicen quienes han tenido la oportunidad de ver algunos fragmentos del filme, ‘Banyadors i katiuskas’ captura esa fragilidad infantil que contrasta con las duras realidades del mundo adulto. La estética naturalista utilizada en cada plano permite que cada luz y silencio cuenten lo que las palabras no pueden expresar. Entre los actores destacan nombres como Miquel Gelabert y Olivia Gulliver, quienes dan vida a estos personajes tan entrañables.
A medida que se apagan las luces del set, queda claro que este cortometraje no es solo un trabajo académico; es un reflejo auténtico del talento emergente en Mallorca y un homenaje a esas emociones crudas y reales que nos conectan como seres humanos.