En el corazón de Palma, Pablo Mielgo, el director de la Orquestra Simfònica de Balears, nos abre las puertas a un mundo donde la música no solo se escucha, sino que se siente. Con una pasión contagiosa y una sonrisa genuina, nos cuenta cómo este año, la orquesta brillará en el Festival de Bellver, con cuatro conciertos que prometen ser inolvidables.
El primero será el 26 de junio, y contará con la presencia del prestigioso pianista Denis Kozhukhin interpretando nada menos que El Emperador de Beethoven. Pero eso no es todo; la Petita Simfònica traerá consigo unos 40 niños llenos de energía y talento. Y por si fuera poco, tendrán al gran tenor Celso Albelo y al venerable Leopold Hager dirigiendo desde su vasta experiencia.
Un espacio único para la música
Mielgo comparte con nosotros que el entorno del Castell de Bellver influye enormemente en su selección musical. Este castillo no solo ofrece un espacio logístico adecuado, sino que también tiene una acústica espectacular. Es como si cada rincón del castillo estuviera hecho para acoger desde coros hasta grandes obras sinfónicas.
Después de once años al mando, Mielgo se muestra orgulloso del momento actual de la orquesta. “No soy quien para ponerle nota a nuestra labor”, dice con humildad. “Sin embargo, artistas internacionales buscan repetir su experiencia con nosotros; eso habla por sí mismo”. Asegura también que están en un proceso emocionante de renovación generacional. Con muchos fundadores llegando a su jubilación, hay una nueva ola de talentos deseosos por formar parte de esta familia musical.
Mielgo resalta la excelencia artística como criterio esencial en las audiciones para nuevos músicos. “Es un proceso riguroso”, explica mientras los ojos le brillan al hablar sobre los futuros miembros que vendrán a enriquecer la orquesta.
Aparte del festival mencionado, hay otros eventos destacados en su agenda: conciertos en Macià Batle y el Festival Internacional de Cap Rocat son solo algunas citas esperadas este verano. Además, Mielgo ha sido nombrado director musical en Florida Grand Opera pero asegura que su prioridad sigue siendo siempre la Simfònica.
La finalización del nuevo espacio cultural Caja de Música está prevista para esta legislatura y representa mucho más que un simple edificio; será un hogar donde podrán desarrollar proyectos sociales y educativos tan necesarios hoy en día.
Pablo Mielgo está decidido a llevar la música balear a nuevas alturas. En sus palabras: “Tener un espacio propio cambiará por completo nuestro futuro”. Sin duda alguna, estamos ante una etapa llena de promesas para esta joya cultural balear.