En un ambiente lleno de admiración, Antonio López se convirtió en el portavoz del legado de Salvador Dalí durante la presentación de una monumental monografía que pesa nada menos que 16 kilos. Publicada por Taschen en colaboración con la Fundación Gala-Salvador Dalí, esta obra es más que un libro; es todo un homenaje al genio de Figueres. Con un diseño espectacular y reproducciones jamás vistas, este volumen no solo atrae a coleccionistas, sino también a aquellos que sienten curiosidad por el arte.
Un homenaje a un maestro
Ayer, en el Convent dels Àngels, el aire se llenó de historia y arte mientras los asistentes hojeaban ejemplares con guantes blancos proporcionados por la editorial alemana. Montse Aguer, directora de los Museos Dalí, no escatimó en elogios: ‘Más que un libro, es un monumento’. Y lo cierto es que así se siente al sostenerlo. La edición limitada a 10.000 unidades está valorada en mil euros, aunque ya se habla de una versión más asequible para el público general.
La presentación fue como una travesía al corazón creativo de Dalí. En una iglesia repleta de arte e historia, López compartió su visión sobre el artista: ‘Triunfó porque era un gran pintor y porque tuvo mucha suerte’, reflexionó recordando también a su tío Antonio López. Pero lo verdaderamente fascinante fue cuando destacó su forma única de trabajar: ‘Era amoroso y eso es invencible’. ¿Acaso hay algo más poderoso que crear desde el amor?
López también nos llevó por los vericuetos del arte y la vida del artista: ‘Dalí era inocente y candoroso; no tenía miedo a atreverse con todo’. Mientras otros contemporáneos como Picasso andaban con precaución, él se lanzaba sin mirar atrás. Sin embargo, lamentó cómo durante años el mundo del arte pasó por alto su genialidad hasta que finalmente ‘lo ha salvado la gente’. Una verdad dolorosa pero reconfortante al mismo tiempo.
Artur Ramon añadió otra capa a esta conversación tan profunda: ‘No se puede entender a Dalí sin el Empordà y Portlligat’. Sus raíces fueron fundamentales para conquistar no solo Francia sino todo Estados Unidos, marcando así las pautas del artista moderno. En palabras de Aguer: ‘El mundo cada vez se parece más a Dalí’, y nosotros no podemos hacer más que asentir ante tal afirmación.