En una noche mágica llena de emoción y reivindicación, las artistas femeninas se convirtieron en las verdaderas protagonistas de los II Premios de la Academia de la Música en España. Con Rozalén, Amaia, Nathy Peluso y Valeria Castro al frente, no solo deslumbraron con su talento, sino que también alzaron sus voces para pedir una «Palestina libre«. La gala fue un clamor por la igualdad y el reconocimiento del papel crucial que desempeñan las mujeres en el mundo musical.
Un momento para recordar
Rozalén, visiblemente emocionada, no pudo contener las lágrimas al recibir el premio a la mejor artista. «A veces no sé por qué cuesta reconocer tanto el trabajo y el talento que una tiene detrás», compartió mientras el público se ponía en pie. Por su parte, Amaia brilló como compositora del año, llevándose a casa tres premios por su canción «Tengo un pensamiento», dejando claro que su música toca corazones. «Esta canción salió desde un lugar muy íntimo y personal».
Nathy Peluso también hizo historia al ganar cuatro galardones en categorías urbanas: desde mejor álbum hasta mejor canción hip-hop/rap. «Gracias a la música», exclamó agradecida. Valeria Castro, quien empezó tímida y risueña al recibir sus premios por mejor canción de BSO, también dejó huella con sus actuaciones emotivas.
Aunque hubo espacio para algunos hombres en esta celebración -Dani Fernández fue reconocido por su álbum del año– la gala resonó con un fuerte mensaje sobre la necesidad urgente de dar más voz a las mujeres: «solo el 30% del mundo musical está integrado por mujeres», resaltó Sole Giménez durante su discurso inspirador.
Mientras algunos artistas recordaban a seres queridos ausentes o dedicaban sus premios a quienes forman parte del engranaje musical detrás de ellos, Rozalén cerró la noche reafirmando su compromiso social: «No normalicemos la barbarie; hay gente sufriendo cerca de nosotros». Una jornada inolvidable donde el arte y la lucha social se entrelazaron para crear un potente mensaje de esperanza e igualdad.