En el corazón de la Fira del Llibre de Palma, la escritora Sílvia Soler ha deslumbrado con su nueva novela Cor fort, que narra las vivencias de tres generaciones de mujeres. Desde los años 50 hasta nuestros días, la historia gira en torno a Teresa Fluvià, una figura que encarna esas luchas diarias que nos conectan con una sociedad en constante transformación.
La valentía femenina ante el patriarcado
Durante la presentación, Soler se preguntó cuándo es momento de enfrentar la vida con resignación o valentía. La autora sostiene que es vital expresar nuestras angustias en lugar de acumularlas. ‘Si no decimos basta, llegará un momento en que explotaremos’, aseguró. Y no solo se trata de las mujeres: aunque el patriarcado sigue muy presente y afecta más a ellas, también hay hombres que han escuchado ese mantra de ‘fer el cor fort’. Sin embargo, Sílvia cree firmemente que las mujeres tienen una fortaleza innata superior frente a muchas adversidades.
En su novela, ella pinta un retrato profundo de mujeres criadas bajo un sistema opresor donde se les enseñaba a aguantarlo todo. En este sentido, plantea una reflexión necesaria: ¿qué pasa con las nuevas generaciones? Las hijas y nietas han crecido con más herramientas, pero aún arrastran esos viejos patrones. ‘Es crucial encontrar un equilibrio entre cuidar a otros y cuidarse a uno mismo’, dice Soler.
No obstante, la situación actual del turismo le preocupa profundamente. ‘Adoro Mallorca’, confiesa, pero admite que lleva años evitando visitar la isla durante el verano por lo abrumadora que se ha vuelto. Y no solo eso; observa cómo todo está siendo devorado por el monocultivo turístico: ‘Nos estamos perdiendo lo mejor’. Su tristeza resuena cuando habla del impacto del turismo en lugares como Badalona o Cataluña.
Sílvia mira hacia Mallorca con admiración por el activismo ciudadano que lucha contra esta saturación turística: ‘Envidia sana’, dice al ver cómo aquí hay iniciativas para reclamar un cambio real. Asegura que Cataluña debería aprender y reactivar esa llama del activismo social: ‘No podemos quedarnos parados mientras todo se desmorona’.
A través de sus palabras no solo transmite preocupación sino también esperanza; un deseo ferviente de ver despertar al espíritu crítico y activo entre nosotros. Porque al final, lo importante es recordar que siempre hay espacio para luchar por nuestro hogar.