La música no puede ser ajena a la realidad que vivimos. Y eso es lo que ha dejado claro Sónar, el emblemático festival barcelonés, al condenar enérgicamente «el genocidio sobre el pueblo palestino». En un comunicado que ha resonado por toda la comunidad artística, los organizadores han afirmado que no enviarán «ni un solo euro» al fondo de inversión KKR, relacionado con intereses en los territorios ocupados por Israel.
La polémica y sus consecuencias
A lo largo de las últimas semanas, la controversia ha crecido como la espuma tras conocerse los vínculos de KKR con el festival. Esto provocó una oleada de cancelaciones entre artistas que no dudaron en mostrar su descontento. Y es que hasta ahora han sido más de treinta las actuaciones que se han visto afectadas para la próxima edición del evento, programada entre el 12 y el 14 de junio.
En un intento por calmar las aguas, Sónar ha dejado claro que están trabajando para encontrar reemplazos adecuados y aseguran que la experiencia del festival no se verá perjudicada. Además, abren las puertas a aquellos asistentes que deseen lucir símbolos de apoyo al pueblo palestino dentro del marco legal vigente. La dirección del festival recalca: «Nuestra postura es clara e inequívoca: condenamos el genocidio sobre el pueblo palestino».
No solo eso, también se comprometen a crear espacios de reflexión sobre cómo la cultura puede influir en contextos globales tan convulsos y ofrecerán donaciones a ONG’s dedicadas a ayudar a la población de Gaza. Es un paso firme hacia adelante en medio de una tormenta mediática donde muchos prefieren mirar hacia otro lado.