Aitana, la joven cantante catalana que ha conquistado corazones desde su aparición en televisión, lanza hoy su cuarto álbum titulado ‘Cuarto azul’. Un trabajo que no solo representa su evolución musical, sino también una especie de refugio emocional. En este disco, la artista evoca la protección del hogar y el amor familiar, justo antes de dar grandes pasos en su carrera con conciertos en estadios como el Olímpic de Montjuïc y el Metropolitano.
El significado detrás del ‘Cuarto azul’
Pero, ¿qué hay detrás de ese título tan simbólico? Aitana nos cuenta que se trata de la habitación donde nació. “Mis padres decidieron pintarla así pensando que sería un niño”, comparte. Aunque azul es un color asociado a la tristeza, para ella es todo lo contrario; representa un espacio seguro al que siempre quiere volver. Este álbum toca fibras sensibles, abriendo las puertas a sus vivencias más duras del año pasado: ansiedad, depresión y momentos oscuros que ahora transforma en música.
A medida que escuchamos canciones como ‘En el centro de la cama’, Aitana muestra gratitud hacia sus amigas por estar a su lado durante esos tiempos difíciles. También hay espacio para melodías más luminosas como ‘Conexión psíquica’ o ‘Superestrella’, donde busca conectar con sus fans al ritmo del pop más vibrante.
A pesar del éxito rotundo y los halagos constantes, Aitana confiesa haber lidiado con una presión abrumadora tras convertirse en celebridad. “Cuando tenía 18 años ni siquiera sabía lo que quería realmente”, recuerda sobre su participación en ‘OT’. “Me lanzaron a la fama sin previo aviso”, añade con sinceridad. La juventud no le eximió de las críticas; necesitó terapia para aprender a gestionar esa montaña rusa emocional.
Aitana se enfrenta además a debates sobre cómo educar a las nuevas generaciones. En relación con su gira anterior, aclaró: “No soy nadie para educar a un niño”. Ella defiende su derecho a expresarse libremente a través de sus letras sin caer en lo obsceno; considera importante hablar abiertamente sobre temas como la sexualidad.
En este nuevo camino musical también ha decidido rodearse de otros creadores. Aunque firma canciones junto a varios coautores, asegura que eso no significa perder su esencia. Al final del día, lo importante es crear buena música y contar historias auténticas.
Cerca ya de enfrentar escenarios gigantescos como el Estadi Olímpic tras un año lleno de retos personales y profesionales, Aitana siente emoción pero también incertidumbre: “No sé qué pasará”, confiesa con humildad. Sin embargo, está lista para sorprender al público con invitados especiales y una experiencia única basada en toda su trayectoria musical hasta ahora.