El Museo del Prado se prepara para una explosión de color y arte con la llegada de la exposición dedicada a Paolo Veronese, uno de los grandes maestros de la pintura veneciana. Desde este martes 27 de mayo, los visitantes podrán sumergirse en el mundo espléndido y lleno de vida del artista italiano, quien dejó una huella indeleble en la historia del arte.
Un viaje a través del tiempo y el color
Esta muestra cierra un ciclo que ha durado más de 25 años, donde el Prado ha explorado a fondo las obras maestras de la pintura veneciana, desde Tiziano hasta Tintoretto. Miguel Falomir, director del museo, nos cuenta cómo esta tradición pictórica no solo fue fundamental para la colección real española, sino que también sentó las bases para lo que hoy conocemos como el Prado. «La apuesta por esta forma de entender la pintura es lo que nos ha llevado a ser un referente mundial», afirma con convicción.
Entre las joyas que podremos contemplar se encuentra ‘La cena en casa de Simón’, una obra monumental prestada desde los Museos Reales de Turín. Falomir describe su grandeza: «Con sus cuatro metros de largo y más de tres de alto, es una verdadera maravilla». En cada pincelada se puede sentir esa elegancia característica del pintor, capaz de armonizar colores que parecen imposibles juntos.
A pesar de su legado impresionante, hay quienes piensan que Veronese ha sido eclipsado por otros gigantes como Tiziano o Tintoretto. Pero no siempre fue así; en siglos pasados su popularidad era abrumadora, siendo considerado el rey del lujo en las cortes europeas. ¿Por qué? Porque sus banquetes pictóricos reflejaban la cultura y etiqueta emergente de su tiempo.
La exposición nos llevará también a conocer su proceso creativo y cómo este maestro manejaba su taller con mano firme. Con obras provenientes no solo del Louvre o el Metropolitan sino también otras influencias artísticas, el recorrido está diseñado para hacer dialogar los diferentes estilos que marcaron su carrera.
A medida que avancemos por las salas podremos ver cómo Veronese evolucionó durante toda su vida artística; desde sus primeras influencias hasta sus últimos trabajos donde un tono más sombrío revela una profunda reflexión sobre el mundo.
Esta exhibición es más que una simple muestra; es un homenaje a un artista cuyo trabajo sigue inspirando a generaciones enteras. Así que ya sabes, si quieres vivir una experiencia única llena de belleza y emoción, no te pierdas esta oportunidad única en el Prado hasta septiembre de 2025.