La tarde del 23 de mayo en Ca n’Oleo fue testigo de un emotivo homenaje a Josep Maria Llompart, una figura fundamental en el mundo literario catalán y un verdadero pilar de la cultura mallorquina. Este evento, organizado por el Institut d’Estudis Baleàrics, reunió a amigos, admiradores y familiares para recordar al poeta que supo dar vida a cada palabra con su compromiso y belleza.
Recuerdos compartidos
El escritor Gabriel Janer Manila, íntimo amigo de Llompart, no pudo evitar sonreír al evocar aquellos momentos especiales en los que el poeta lograba invocar incluso al espíritu de Llorenç Villalonga durante las celebraciones de Nochevieja. «Eran tiempos en los que se juntaban intelectuales como si fueran familia», comentó Janer, recordando cómo juntos escuchaban desde música local hasta los Rolling Stones, llenando la sala de risas y buena energía.
Aquella última Nochevieja, entre risas y versos, Llompart había profetizado algo inquietante: «Toda Mallorca será urbanizable». Apenas unas semanas después, su luz se apagó en Son Dureta. Su amigo hizo hincapié en lo importante que es preservar nuestras raíces; mencionó una actividad especial donde pidió a los asistentes que salieran a buscar nombres de hierbas locales para crear una lista que ayude a mantener vivas nuestras palabras más queridas.
A lo largo del acto estuvieron presentes diversas personalidades del ámbito cultural balear quienes honraron su legado. La jornada culminó con un recital poético a cargo de alumnos del IES Josep Maria Llompart, trayendo así a la vida algunas de sus obras más emblemáticas. En este homenaje quedó claro: aunque físicamente ya no esté entre nosotros, la palabra de Josep Maria Llompart seguirá guiando nuestras letras.