El Festival de Cannes, que en su primer día debería brillar con la luz del cine, se ha visto ensombrecido por la condena a Gérard Depardieu. Dieciocho meses de prisión y 20.000 euros de multa por abusos sexuales a dos mujeres en 2021 han dejado un aire pesado en el festival, y Juliette Binoche no ha dudado en expresar su desilusión al afirmar que ‘ya no es sagrado’.
¿Qué está pasando realmente?
Los ecos de esta sentencia resuenan profundamente, especialmente considerando la conexión entre Binoche y Depardieu; ambos son figuras emblemáticas del cine francés. A pesar de que ella ocupa el puesto de Presidenta del Jurado este año, ha optado por no dar una respuesta contundente sobre este asunto tan grave. Es curioso, porque ambos han trabajado juntos y tienen historias entrelazadas.
Recordemos que en 2010, Depardieu hizo comentarios despectivos sobre Binoche. ‘¿Qué secreto se supone que esconde esta actriz?’, preguntó él sin reparo. Unas palabras duras para quien ahora tiene que lidiar con las consecuencias de sus acciones. De hecho, estos hechos ocurrieron durante el rodaje de Les volets verds, donde las denuncias dieron cuenta del comportamiento inaceptable del actor.
No podemos olvidar cómo él mismo reconoció haber utilizado un lenguaje vulgar y haber tocado a una denunciadora durante una discusión, pero se defendió diciendo que su actitud nunca fue sexual. Sin embargo, su historial habla por sí mismo; ya van más de veinte acusaciones similares contra él desde 2018.
En medio de todo esto, Thierry Frémaux, director artístico del festival, decidió guardar silencio ante la presión mediática. Su declaración fue fría: ‘Como ciudadano, respeto el sistema legal; simplemente tomaré nota’. ¿Es suficiente? La comunidad cinematográfica espera respuestas más sinceras cuando hay tanto dolor detrás.