En una charla íntima y sincera, Juan José Millás nos abre las puertas de su mundo con la publicación de su nueva novela, ‘Ese imbécil va a escribir una novela’. Este libro tiene un protagonista que lleva su mismo nombre, es periodista y se sumerge en el profundo laberinto de la identidad. Pero, ¿cuánto hay de la verdadera vida del autor en esta historia? Millás lo compara con una aleación de metales: «Imposible de separar», dice. Su esencia queda impregnada en cada página.
Un viaje hacia el interior
Este lunes en València, mientras conversamos, se siente esa búsqueda tan personal por encontrar el reportaje perfecto para cerrar su carrera periodística. Un desafío que despierta recuerdos olvidados entre la realidad y la ficción. Él mismo reconoce que este nuevo trabajo explora los límites de ambas dimensiones. En sus palabras: “En esta novela es imposible trazar una frontera entre lo imaginado y lo real. Porque lo imaginado también es real.”
A lo largo de su vida, ha tenido múltiples rostros; desde aquel niño a quien le sorprendía el mundo hasta el hombre reflexivo que observa al anciano en el espejo. Millás confiesa que no siempre ha sido él quien decide su rumbo: “Las mejores decisiones no las he tomado yo, sino que he sido tomado por ellas”. La casualidad juega un papel fundamental en nuestras vidas.
La sociedad a menudo olvida la voz de los mayores. Millás lanza una crítica contundente sobre cómo hemos tratado a nuestros ancianos durante la pandemia, recordándonos que no podemos simplemente ignorarles o hacer como si no existieran. En sus palabras cargadas de verdad: “Se habla de sociedades donde los viejos son venerados… aquí solo hemos construido escombreras llamadas residencias.”
En resumen, esta obra refleja más que historias; son interrogantes sobre nuestra existencia y cómo tratamos temas como la identidad y la vejez. Así que cuando leemos a Millás, estamos leyendo algo muy profundo sobre nosotros mismos.