El próximo 11 de mayo, durante el esperado clásico contra el Real Madrid, la camiseta del FC Barcelona brillará con un nuevo logo que ha generado más de una conversación: el de Travis Scott. El rapero estadounidense, conocido por su música y sus controversias, se convierte así en el nuevo protagonista de la moda futbolística. Y es que, aunque muchos pensaban que Taylor Swift sería quien estampara su sello en la indumentaria culé, al final ha sido el artista de Houston quien ha tomado las riendas.
A sus 33 años y padre de dos hijos con Kylie Jenner —sí, esa misma Kylie—, Travis no solo aparecerá en las camisetas del primer equipo masculino y femenino del Barça; también se presentará en un evento privado en la Ciudad Condal justo antes del partido. Un giro inesperado para los aficionados del fútbol y los seguidores de la música.
Un logo lleno de historia
El famoso logotipo Cactus Jack adornará no solo las camisetas azules y granas, sino también otros artículos relacionados con el equipo. Este es solo uno más entre los artistas que han dejado su marca gracias a un acuerdo con Spotify. Desde Coldplay hasta Rosalía han pasado por este camino.
Aunque Travis Scott está acostumbrado a estar bajo los focos —y no siempre por motivos positivos—, lo cierto es que ha tenido una trayectoria musical impresionante. Con más de 67 millones de oyentes mensuales en Spotify gracias a éxitos como ‘Goosebumps’ o ‘Sicko Mode’, hay quienes aún recuerdan su oscuro pasado reciente. Después de incidentes notables como aquel trágico festival Astroworld donde murieron diez personas o problemas legales por altercados en Miami y París, muchos siguen cuestionándose si debería tener tanta visibilidad ahora.
A pesar de todo esto, las camisetas con su logo ya están volando: una edición limitada firmada por él alcanzó nada menos que 2.999,99 euros, mientras que otras versiones están a 399,99 euros. En menos de una hora volaron todas desde la tienda oficial del Barça.
Parece claro que estamos ante una era donde lo comercial se mezcla cada vez más con lo cultural. ¿Estamos preparados para ver cómo la música invade el deporte? Solo el tiempo lo dirá.