El grupo mallorquín Papa Topo está de vuelta con su segundo álbum, ‘Presto y con Toda la Fuerza’, una obra que no solo destaca por su ambición, sino también por su fuerte carga política. Adrià Arbona, el alma de la banda, nos comparte sus reflexiones sobre un momento histórico difícil para España y el mundo. «Estamos en una época en la que es vital posicionarse y expresar lo que uno piensa», afirma con sinceridad.
Una mirada crítica al presente
El disco nace de un sentimiento profundo, especialmente reflejado en su tema ‘Por España’, donde colabora Samantha Hudson. Para Adrià, esta canción marcó un punto de inflexión: «Me atreví a hablar abiertamente sobre mis ideas políticas». En medio de un panorama global sombrío, donde los derechos parecen retroceder día a día, él siente que hemos entrado en una oscura era de censura y miedo. ¿Y qué pasa si las palabras nos cuestan entradas para nuestros conciertos? «Por suerte o desgracia, siempre hemos estado en el underground; así que poco tenemos que perder ahí», explica.
A través del álbum busca visibilizar tabúes sociales y políticos como los miedos inherentes a la comunidad LGTBIQ+. Asegura que canciones como ‘Emasculación, la solución’ son esenciales para desmantelar esos estigmas tan arraigados en nuestra cultura. Para él, es evidente: hay mucho más por hacer ante esta ola reaccionaria que sacude nuestro planeta. Aunque reconoce su pesimismo sobre el futuro cercano, no pierde la esperanza.
Pero no todo es oscuridad; hay matices de amor y conexión humana incluso en tiempos difíciles. En ‘Ven a mis brazos’, por ejemplo, encontramos esa chispa que recuerda la importancia del abrazo entre seres queridos durante los apagones emocionales. Y al final del día, toda esta introspección personal ha sido posible gracias a tres años dedicados a cuidar cada detalle en este proceso creativo.
Papa Topo se prepara para lanzar un disco lleno de vida y mensaje claro: aunque hablemos desde el dolor o la crítica social, nuestras melodías están diseñadas para hacer bailar a todos. Así lo quiere Adrià: “Que sean fáciles de escuchar pero complejas”. Y sí, con ese eclecticismo musical busca conectar con cada rincón del mundo donde sus letras resuenen.