El conocido mallorquín Ricky Merino, que saltó a la fama en Operación Triunfo 2017, ha decidido hablar sin tapujos sobre una de las realidades más duras que enfrentan los artistas hoy en día. En una reciente charla en el Quisqui Podcast, junto a Raul Valls y Angelines Show, Ricky no solo hizo un repaso de su trayectoria, sino que también puso de relieve la precariedad del sector artístico.
Aunque han pasado ya ocho años desde su paso por el talent show, Merino sigue trabajando duro en la isla y valorando cada espectáculo. Sin embargo, no puede evitar sentir frustración ante el trato que reciben muchos de sus compañeros. «Llevo mucho tiempo sin parar», compartió con emoción, pero esa alegría se ve empañada por un problema recurrente: los retrasos en el cobro del subsidio por desempleo.
Un grito desesperado por cambios necesarios
Durante la conversación, Ricky expresó su preocupación sobre cómo algunos artistas llegan a esperar hasta tres meses para recibir lo que les corresponde tras pedir la prestación. «Solo hay una persona trabajando en la oficina», denunció, y eso resulta insostenible para muchos. Esta situación crítica afecta a quienes dependen completamente de este tipo de ayudas para sobrevivir.
No es de extrañar que tanto él como los presentadores lanzaran un claro llamamiento a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero Cuadrado. “No podemos seguir viviendo así”, advirtió Ricky con determinación. La realidad es que el sector cultural está atravesando tiempos difíciles debido a su intermitencia laboral y a una burocracia lenta e ineficaz.
Las palabras de Merino resonaron con fuerza en redes sociales, donde muchos profesionales del espectáculo se sintieron identificados y apoyaron su denuncia. Su testimonio se suma al clamor generalizado dentro del gremio artístico: todos piden cambios urgentes en unas condiciones laborales que están lejos de ser dignas y justas.