En un rincón de Mallorca, dos genios se encuentran en el tiempo: Ramon Llull y Joan Miró. Microcosmos mironià vs. microcosmos lul·lià, el ensayo de la historiadora del arte Montserrat Farràs de Castellarnau, desmenuza las sorprendentes similitudes entre estas dos figuras que han dejado una huella imborrable en nuestra isla. ¿Cómo es posible que, a pesar de los siglos que los separan, sus trayectorias se entrelacen de manera tan fascinante?
Semejanzas que Trascienden el Tiempo
Farràs nos invita a mirar más allá de lo evidente. Ambos comparten raíces mediterráneas, formaciones diversas y un espíritu inquieto. La historiadora los describe como «visionarios», siempre atentos al contexto histórico pero también ansiosos por crear sin límites. Mientras Llull abogaba por formar a personas sabias y buenas, Miró creía firmemente que el arte debía transmitir valores o, simplemente, no valía nada.
A lo largo de sus 128 páginas, este ensayo destaca elementos como su conexión con la naturaleza. Para ambos artistas, la soledad era un refugio creativo; Llull se retiraba en Randa y Miró encontraba inspiración en Montroig. En su obra, tanto los árboles como las escaleras aparecen como símbolos recurrentes: para uno representan herramientas para entender el arte y para el otro son puentes entre lo terrenal y lo celestial.
La autora revela anécdotas curiosas: cuando Miró se sentía perdido artísticamente decía «hay que ir a Llull». ¡Qué bonito ver cómo un pensador medieval influye incluso en la mente creativa del siglo XX! Además, ambos compartían una paleta vibrante de colores primarios y experimentaban visiones similares durante su proceso creativo.
No podemos olvidar la relevancia femenina en sus obras; mientras Miró celebraba a la mujer transformándola en musa etérea, Llull le atribuía pecados y defectos. Dos visiones divergentes que muestran cómo cada uno capturó la esencia femenina desde perspectivas completamente distintas.
Este libro no solo es una invitación a redescubrir a estos dos grandes personajes vinculados por Mallorca; es también un recordatorio de cómo el pasado sigue vivo hoy en nuestra cultura e identidad.