Desde este martes, la magia del arte se respira en Palma. Markus Linnenbrink, el artista alemán conocido por sus vibrantes intervenciones, ha dejado su huella en dos emblemáticos espacios culturales: Es Baluard Museu y el Casal Solleric. Esta es la primera vez que ambos recintos colaboran en una exposición conjunta, y vaya que han acertado al unir fuerzas.
Una inmersión artística única
Al entrar, los visitantes son recibidos por un despliegue de colores que inundan las paredes del patio del Casal Solleric. Desde la planta baja hasta la planta noble, cada rincón se convierte en una invitación a explorar. Linnenbrink agradece la oportunidad de trabajar con esas «paredes blancas» y expresa lo liberador que fue poder crear sin interrupciones. Su trabajo no es solo pintura; es una experiencia envolvente que nos hace reflexionar.
La comisaria Jackie Herbst destaca cómo el vinilo utilizado para proteger el histórico edificio transforma este soporte en auténtica pintura. Por su parte, David Barro, director de Es Baluard, describe esta obra como una performance que trasciende las paredes, extendiéndose incluso al suelo y al techo. ¡Imagina entrar a un ascensor decorado con arte!
El título de la exposición es todo un reto para quienes buscan profundidad: Whatwethinkasinsignificantprovidesthepurestairwebreathe, inspirado en un verso de Stevie Wonder. Este lema nos recuerda que a menudo lo más pequeño o insignificante encierra verdades profundas. Linnenbrink menciona que su enfoque artístico consiste en repetir acciones simples hasta que se convierten en complejidad.
Acompañado por su hijo Julius y cuatro estudiantes de Bellas Artes, ha llevado su visión a nuevas alturas. Así, mientras recorremos estas instalaciones llenas de vida y colorido, no podemos evitar sentirnos parte de algo especial: una conexión entre el arte y nuestra realidad cotidiana.