En el mundo de las letras, hay obras que prometen y otras que sorprenden, pero 2050, de Vaclav Smil, se sitúa en un rincón peculiar: uno donde la refutación se convierte en parte del relato. Este autor checo afincado en Canadá es conocido por desmantelar mitos sobre energía y sostenibilidad, un título que le viene como anillo al dedo si consideramos su último trabajo.
Pero lo inesperado llega cuando uno abre el libro y encuentra no solo las ideas audaces de Smil, sino también una crítica feroz a su propia investigación. ¿Cómo es posible? Los editores han decidido incluir una valoración que casi hace dudar de la intención del autor. Con este panorama, me aventuré a leerlo con entusiasmo, solo para toparme con el Comentario de Antxon Olabe Egaña al final del texto, donde se lanzan dardos como ‘sesgado’, ‘desenfocado’ y ‘descontextualizado’. ¿Es esto una crítica constructiva o un golpe bajo?
Una mirada crítica hacia un futuro incierto
No hay duda de que Smil es un experto mundial en energía; incluso Science lo reconoce. Sin embargo, su libro pone sobre la mesa la cruda realidad: los combustibles fósiles siguen siendo protagonistas y los sueños de emisiones cero son más complejos de lo que muchos quieren admitir. Mientras los políticos pintan cuadros idílicos sobre el futuro sostenible, Smil nos recuerda que estamos lejos de alcanzar esas metas.
A medida que avanzaba en la lectura, me encontraba cada vez más intrigado por este Comentario; realmente parecía más un ataque personal a las tesis del autor. Olabe critica desde su experiencia como asesor para Teresa Ribera y parece tener una agenda propia. Afirmar sin ambages que ‘Smil se equivoca’ resulta algo arriesgado cuando uno sabe que no es fácil encontrar alguien capaz de contrarrestar sus argumentos.
En definitiva, 2050 resulta ser una obra fascinante aunque desconcertante; nos obliga a preguntarnos cómo puede existir tal autocrítica dentro del mismo texto. Al final del día, queda claro: si escribes un libro o cualquier cosa relacionada con nuestra realidad energética actual, tienes que estar listo para asumir sus consecuencias sin intentar descalificarlo desde dentro. La pregunta ahora es: ¿qué dirá Smil ante tales acusaciones?