Este sábado, el flamenco resonará con fuerza en el Palacio de Congresos de Cáceres. Miguel Poveda, ese cantaor que sabe conectar con las emociones más profundas, se reencontrará con su público para rendir un homenaje a Federico García Lorca. No es solo un concierto; es una llamada de atención a nuestros mandatarios. Según Poveda, «el amor es la asignatura que deberían aprobar para poder gobernarnos mejor».
Recuerdos y reflexiones
Durante la conversación, Poveda no pudo evitar recordar su infancia. Con una sonrisa nostálgica, cuenta cómo su padre llegaba cansado del trabajo pero siempre encontraba el tiempo para llevarlo a las peñas flamencas. Ese amor por la música ha sido el motor de su vida.
A medida que avanza la charla, se siente un aire de melancolía cuando habla sobre Cataluña y cómo ha cambiado desde sus días de niño. “Yo también he cambiado”, dice, reconociendo que adaptarse a lo nuevo es parte del crecimiento.
Poveda comparte sabias palabras para los nuevos artistas: “Paciencia y mirar hacia adentro”. En un mundo donde muchos buscan el éxito inmediato, él resalta que lo esencial es cuidar el arte como algo sagrado.
No obstante, también critica los talent shows actuales. Para él, son un escaparate vacío donde falta espacio para músicos experimentados y maduros que realmente pueden ofrecer algo valioso al público.
La esencia del flamenco sigue viva en su espectáculo Enlorquecido, donde rinde homenaje a la profundidad poética de Lorca. El cantaor considera que estos sentimientos son atemporales y siguen siendo relevantes hoy en día. Como bien dice: “Federico ha sabido crear paisajes en su poesía que conectan tradición y modernidad”.
Poveda celebra a figuras como Rocío Jurado y Lola Flores por ser ejemplos de fuerza femenina en momentos difíciles; artistas verdaderas que han dejado huella en nuestro país.
Y cuando se le pregunta sobre qué significa realmente amar en todos los ámbitos de la vida, no duda: “Es lo único que puede transformar este planeta”. Un mensaje claro y poderoso para quienes nos gobiernan: necesitamos más amor y menos burocracia si queremos avanzar hacia un mundo más justo.