La noticia ha sacudido el mundo del cine: Gérard Depardieu, ese gigante del séptimo arte, se enfrenta a una dura realidad. La Fiscalía de París ha solicitado una condena de 18 meses de prisión exentos de cumplimiento por presuntas agresiones sexuales cometidas durante el rodaje de ‘Les volets verts’ en septiembre de 2021. Dos trabajadoras del set han alzado la voz y han decidido contar su historia.
Un caso que invita a la reflexión
Durante la jornada del juicio, el fiscal no escatimó en palabras para describir la situación: “Las víctimas eran mujeres vulnerables frente a un hombre con tanto poder como Depardieu”. Afirmó que estas mujeres, una decoradora y una asistente de dirección en prácticas, sufrieron tocamientos no consentidos. Las acusaciones son graves y se basan en testimonios consistentes; mientras las víctimas mantuvieron sus relatos desde el principio, el actor ha ido cambiando su versión.
A lo largo del juicio, se evidenció que estos actos ocurrieron cuando las denunciantes estaban solas con él. Kyndt relató cómo fue atrapada por las piernas y palpada sin su consentimiento, mientras que Sarah comentó que vivió situaciones similares en varias ocasiones. Los testigos presentes corroboraron parte de sus relatos.
No solo se trata de justicia para ellas; también está en juego un mensaje claro sobre cómo debe actuar nuestra sociedad frente a casos como este. El fiscal concluyó diciendo que esta pena debería servir para ofrecer una rápida reparación social y personal a las víctimas, destacando la falta total de autocrítica por parte del acusado.
A medida que avanza este caso mediático, donde decenas de periodistas están al acecho, recordamos que no estamos aquí para juzgar al cine francés ni al actor famoso, sino simplemente a un ser humano que debe rendir cuentas ante la ley.