El pasado sábado, la cantaora granadina Estrella Morente se subió al escenario del Auditorium de Palma para deleitar a todos los presentes en el Festival Paco de Lucía. Con un repertorio que incluyó joyas de su carrera y homenajes a figuras icónicas del flamenco como Enrique Morente y el maestro de la guitarra, cuya huella perdura en Mallorca, Estrella demostró que su arte va más allá de las notas.
Durante su actuación, sorprendió al público al despedirse con un emotivo a capela. La canción ‘Volver’ es más que un tema; es una parte de ella misma. Así lo expresó: «Me sale por inercia, no tengo que hacer mucho esfuerzo para conectarme con esta canción. Ha girado conmigo por todo el mundo y ha sido testigo de mis diferentes etapas». Es hermoso ver cómo algo tan simple puede llevar consigo un torrente de emociones.
Un hogar en Mallorca y la familia siempre presente
En primera fila estaba su marido, Javier Conde, junto a su hija; mientras que su hijo tocaba el cajón en el escenario. Ella nos cuenta que no siempre viajan juntos, pero Mallorca tiene ese encanto especial que les une desde pequeños. “Siempre hemos veraneado aquí y tenemos amigos y familiares”, confesó con una sonrisa.
No podemos olvidar su conexión personal con el arte; recordar sus raíces emocionales mientras protagonizaba la gala de los Goya en la Alhambra fue simplemente conmovedor. «Mi madre rompió aguas allí», dijo entre risas. Y es cierto: hay momentos donde todo se entrelaza, donde ser artista significa ser testigo de la historia.
Con un futuro prometedor por delante, Estrella se prepara para actuar junto a Lenny Kravitz en abril, donde promete ofrecer un espectáculo muy flamenco. «No vamos a jugar a ser los más rockeros», explicó emocionada. Su respeto por Kravitz es palpable: «Es una suerte enorme compartir escenario con él».
Aunque está agradecida por las oportunidades que ha tenido, no oculta su deseo de seguir luchando por el reconocimiento del flamenco y las mujeres dentro del mismo. “Aún queda mucho camino por recorrer”, enfatiza Estrella con firmeza.
«El flamenco ha logrado despojarse del estigma de ser solo un entretenimiento superficial. Hoy canta en escenarios como este o el Carnegie Hall», reflexiona sobre lo lejos que han llegado sus raíces musicales gracias a pioneros como Paco de Lucía.
A través de sus palabras resuena una crítica profunda hacia cómo aún hay mucho trabajo por hacer para dar voz a todas las mujeres en este arte tan rico y diverso como lo es el flamenco.