En un giro que ha dejado a muchos boquiabiertos, Tomàs Graves, el hijo del célebre escritor Robert Graves, ha decidido cortar lazos con The Washington Post. En tiempos difíciles para el periodismo, su decisión nos hace reflexionar. Y es que la reestructuración de la sección de opinión del diario, liderada por Jeff Bezos, ha sido vista como una traición al espíritu crítico que siempre lo caracterizó.
Todo comenzó cuando Bezos anunció su intención de priorizar las ideas de «libertades personales y mercados libres», algo que rápidamente se tradujo en un apoyo casi incondicional hacia figuras como Donald Trump. A medida que miles de suscriptores han empezado a dar la espalda al diario, Graves no puede evitar lamentar cómo este medio, una vez referente del periodismo independiente, parece haber perdido su norte. “Estamos viviendo tiempos duros para la democracia y para el periodismo”, señala con tristeza.
Crisis en el horizonte
Este descontento no es nuevo; ya en 2024, Bezos tomó decisiones polémicas al bloquear un editorial en apoyo a Kamala Harris justo antes de las elecciones. Las consecuencias fueron inmediatas: 300.000 suscriptores abandonaron el barco en cuestión de semanas. Recordando aquellos días oscuros, Tomàs enfatiza que estos cambios han hecho del Post un eco rancio de opiniones muy alineadas con la derecha americana.
La inquietud entre los periodistas también es palpable. Con despidos recientes y censura sobre temas sensibles, como caricaturas críticas hacia Bezos, hay quienes sienten que se están pisoteando los principios fundamentales del buen periodismo. “Cada vez que Trump abre la boca”, dice Graves con ironía mordaz, “deberíamos tener un rollo de papel higiénico al lado”.
A pesar del dolor por esta situación, Tomàs no se deja arrastrar hacia la desinformación y confiesa su preferencia por medios más equilibrados como The Guardian. Para él y muchos otros lectores estadounidenses sedientos de verdad y contexto más allá de las narrativas impuestas por los grandes grupos mediáticos, sigue siendo crucial encontrar voces auténticas en medio de este ruido ensordecedor.