La historia de Vera Zvonareva es, sin duda, una de esas que nos hacen recordar que el deporte no tiene edad. Esta semana, la tenista rusa ha vuelto a hacer temblar el circuito WTA con su regreso triunfal en el torneo ITF 100 de Dubái. Tras un año y medio alejada de las pistas por una operación de hombro, ¡aquí está ella! Con 41 años y sin ranking, ha logrado colarse entre las mejores, ocupando ya el puesto 654 y acercándose al ‘top 500’.
Una final para recordar
El sábado pasado fue un día épico para Vera. Enfrentándose a la joven británica Mika Stojsavljevic, que es 25 años más joven que ella, se plantó en la final individual tras un combate titánico que duró más de tres horas. El marcador final fue un ajustadísimo 6-3, 6-7(4) y 6-4. Hay que recordar que no luchaba por un título desde 2020; cuando Stojsavljevic nació, Vera ya era considerada una fuerza del tenis mundial al estar posicionada como la séptima mejor del circuito. Y ahora está lista para enfrentarse a Petra Marcinko en la gran final.

