Novak Djokovic, el titán del tenis, está de vuelta en ‘su’ torneo de Atenas, donde se siente como en casa. A sus 38 años, el serbio no solo busca un nuevo título, sino que también se enfrenta a la presión de jugar dos semanas sin apenas descanso. Tras haber dejado escapar la final del Six Kings Slam y renunciar al Masters 1000 de París, ahora su mirada está fija en el Open 250 griego.
El reto griego
Este torneo no es cualquier cosa; ha heredado la esencia del antiguo evento de Belgrado y es propiedad de la familia Djokovic. Su hermano menor, Djordje, ocupa el cargo de director. Este regreso promete emociones intensas, ya que ‘Nole’ debutará contra el ganador del duelo entre Adam Walton y Alejandro Tabilo. Se siente la adrenalina en el aire.
Sin embargo, hay algo más: si logra salir victorioso en Atenas, podría llegar a las ATP Finals de Turín justo cuando comience la competición. La final del ATP griego se celebra el 8 de noviembre y al día siguiente empieza el gran evento donde se reúnen los ocho mejores tenistas del año. ¡Qué locura!
Djokovic es un maestro indiscutible con siete títulos en estas finales; su última victoria fue en 2023 ante Jannik Sinner, quien desde entonces ha encadenado una racha impresionante de victorias. Ahora bien, ¿nueve partidos en dos semanas? Esa es la cruda realidad que enfrenta nuestro héroe.
A medida que avanza hacia Turín, él igualaría a Roger Federer con 17 participaciones; una marca realmente monumental. Mientras tanto, Pedro Martínez será el único representante español en Atenas y comienza su camino ante Marcos Giron.
No podemos evitar sentir esa mezcla de emoción y ansiedad por lo que viene. ¿Podrá Djokovic superar este nuevo reto? Las cartas están sobre la mesa y todos estaremos atentos a cómo se desenvuelve esta historia.

