En el corazón de Wimbledon, donde la tradición y el tenis se entrelazan, Andy Murray ha lanzado un dardo al aire que ha dejado a muchos hablando. Durante el enfrentamiento entre Sinner y Dimitrov, los árbitros decidieron cerrar el techo de la Centre Court justo después del segundo set. ¿Y qué dijo Murray? «Qué ridículo cerrar el techo a estas alturas del partido». Con esa simple frase, dejó claro su descontento.
La controversia estalla
La decisión de parar el juego por 13 minutos generó un revuelo considerable. Mientras todavía había luz natural suficiente para continuar jugando, la acción se detuvo. Y como si fuera una cruel ironía del destino, media hora después Dimitrov se lesionaba. Murray no se quedó callado y su tuit resonó en las redes: «¡Es un torneo al aire libre!» ¿Acaso no era evidente que este parón podía tener consecuencias?
Las reacciones comenzaron a fluir rápidamente entre periodistas y aficionados. Algunos cuestionaban si ese tiempo muerto había enfriado a los jugadores y contribuido a la lesión de Dimitrov. Por su parte, Sinner comentó en rueda de prensa: «Con el viento podía aprovechar mejor la situación», dejando entrever que quizás él había encontrado una ventaja en medio del caos.
La realidad es que Dimitrov ha estado lidiando con lesiones constantes en sus últimos torneos. Este último episodio solo añade más leña al fuego sobre cómo ciertas decisiones pueden cambiar el rumbo de un partido y afectar a los jugadores más vulnerables.