Wimbledon, ese torneo que evoca imágenes de tradición y elegancia, ha decidido prescindir del emblemático Middle Sunday, una jornada que siempre había sido un respiro en medio del bullicio tenístico. Durante años, los aficionados esperaban con ansias ese día sin partidos, donde el césped podía descansar y los jugadores recargar energías. Desde 1982 hasta 2021, este domingo intermedio era uno de los sellos distintivos del Grand Slam británico.
Un cambio inesperado
A partir de 2022, la decisión del All England Club sorprendió a muchos. Se optó por mantener la competición activa durante todo el fin de semana. Para algunos nostálgicos, esta medida es como tirar a la basura una parte esencial de la historia de Wimbledon. ¿Y quién puede culparles? En aquellos días, el silencio reverencial en las gradas permitía disfrutar del tenis desde otra perspectiva. El Magic Monday, ese lunes maratónico en el que se disputaban todos los octavos de final, era un festín para los amantes del deporte blanco.
Pero claro, en este siglo XXI tan centrado en lo económico y logístico, las tradiciones parecen desvanecerse ante la presión de maximizar ingresos y audiencias. Según explicó el club cuando anunció este cambio hace un par de años, cada jornada sin tenis representaba una oportunidad perdida tanto para ellos como para las cadenas televisivas que buscan llenar sus parrillas. Con más ojos mirando durante el fin de semana, se hacía difícil renunciar a esa exposición.
A pesar de esta transformación, hay quienes añoran esos domingos tranquilos que hacían a Wimbledon único. Ahora disfrutamos de nueve días continuos de tenis intensivo desde el inicio del torneo, pero hemos sacrificado un poco del encanto que hacía especial a este evento deportivo.