En el emocionante mundo del tenis, a veces las palabras pueden jugarte una mala pasada. Esto es algo que bien sabe Juan Martín del Potro, quien este domingo vivió una de esas finales de Roland Garros que quedarán grabadas en la memoria colectiva. Desde su casa, disfrutando de unos mates y comentando el partido en redes sociales, se atrevió a hacer un análisis prematuro que le salió por la culata.
Las predicciones fallidas
La historia comenzó tras el segundo set entre Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, un duelo titánico que ya es considerado uno de los mejores en la historia del torneo. Con Sinner liderando (6-4, 7-6), Del Potro compartió su opinión en X: «Si Jannik no baja un poco el nivel y la intensidad, no veo chance para Carlitos; haga lo que haga no le va a dar resultado». Y aunque lo decía con tono distendido, sus palabras pronto se viralizaron.
Muchos tomaron su comentario a risa, mientras otros le recriminaban por desmerecer al joven murciano, que ha demostrado ser un luchador nato. Y vaya si lo hizo. En la Philippe Chatrier se gestaba una remontada épica. Alcaraz no solo resistió los embates de Sinner, sino que empezó a encontrar su ritmo punto a punto hasta llevarse el tercer set (4-6) y luego batallar en el cuarto (6-7), salvando incluso tres puntos de campeonato antes de culminar su hazaña en el quinto set (6-7).
A medida que avanzaba el partido y Del Potro veía cómo su pronóstico se desmoronaba ante sus ojos, intentó rectificar: «Que grande Carlitos!!! Impresionante estos 2 campeones! Para mí Carlitos pensó: lo canso, lo canso y luego pum». Tras la victoria final de Alcaraz, el extenista argentino publicó un mensaje lleno de emoción: «Grande Carlitos!!! Qué alegría inmensa… merecían ganar los 2».
Sin embargo, las redes sociales no tardaron en recordar sus palabras iniciales. Las bromas comenzaron a multiplicarse rápidamente; algunos bromeaban sobre su papel como ‘mufa’, ese término argentino que hace referencia a traer mala suerte. Pero más allá del humor fácil y las risas compartidas, quedó claro algo: Carlos Alcaraz es un fenómeno único, capaz de desafiar todas las expectativas y demostrar que nunca hay que darlo por perdido.