El aire de París parece abrazar a Carlos Alcaraz, quien camina con una sonrisa que refleja su felicidad. En el icónico escenario de Roland Garros, el murciano se prepara para defender su título, y aunque ha sido trasladado a la pista Suzanne Lenglen, nada puede opacar su entusiasmo. Este lunes se medirá ante Giulio Zeppieri, un nombre que trae consigo ecos de su primer gran triunfo en Umag hace unos años.
Recuerdos que inspiran
En las pistas del Bois de Boulogne, cada paso de Alcaraz está cargado de buenos recuerdos. Este domingo entrenó con Albert Ramos, quien fue su primera víctima profesional. Cada golpe resuena como un recordatorio de cómo ha crecido desde aquellos días. Su rival Zeppieri no solo es un oponente; representa una etapa pasada para Alcaraz, quien lo venció en semifinales hace dos años.
A pesar de los problemas físicos que ha enfrentado Zeppieri y las comparaciones poco favorables con sus compatriotas Jannik Sinner y Lorenzo Musetti, ambos en el top 10 mundial, Carlitos sigue adelante como una fuerza imparable. En contraste con los logros del italiano, que apenas ha conseguido seis victorias en el circuito grande, Alcaraz continúa haciendo historia a cada set.
A medida que avanza el torneo, se siente la emoción palpable entre su equipo completo. Desde Juan Carlos Ferrero hasta su médico Juanjo López, todos están listos para apoyarlo en este nuevo desafío mientras celebran también la grandeza de Rafa Nadal antes del partido.
Carlos Alcaraz es más que un simple jugador; es un símbolo de perseverancia y alegría en el deporte. Con cada saque y cada sonrisa, nos recuerda por qué amamos este juego. ¡Vamos a disfrutarlo!