El Mutua Madrid Open nos dejó un momento impactante: la derrota de Iga Swiatek ante Coco Gauff, y no fue solo por el resultado. Con un aplastante 6-1 y 6-1 en menos de una hora, Iga salió del court con una expresión seria, como si llevara el peso del mundo sobre sus hombros. «No voy a sonreír cuando me han ganado 6-1, 6-1», afirmó sin dudar.
La búsqueda de respuestas
Después del partido, la número dos del mundo se sentó a reflexionar sobre lo sucedido. A pesar de reconocer que Gauff había jugado muy bien, Iga no pudo evitar sentirse culpable por su rendimiento. «El partido fue siempre igual, desde el principio hasta el final. Creo que la culpa es mía; no pude subir mi nivel ni moverme bien».
Y aquí viene lo más crudo: Iga está en una encrucijada emocional y deportiva. Confiesa que lleva semanas sintiéndose pesada en la pista, sin poder ejecutar su plan ‘B’ porque nada funcionaba. «Me siento irregular y he forzado más de lo que debería», dijo claramente afectada.
Aún sin haber levantado ningún título este año, Iga ha decidido tomarse un respiro para reconectar consigo misma. «Quiero algunos días libres; necesito relajarme después del torneo de Stuttgart», comentó mientras sus entrenadores planean los próximos pasos a seguir.
Parece que Swiatek ha perdido esa chispa que la hacía disfrutar en la cancha. Y aunque aún hay tiempo para recuperarse, queda claro que esta derrota le ha dejado una herida profunda.