El Masters 1000 de Montecarlo se ha convertido en un escenario desolador para el tenis español. Este año, la ‘Armada’ repite un triste récord que nos hace preguntarnos qué está pasando. Desde 1989, es la tercera vez que solo cuatro tenistas españoles logran colarse en el cuadro final, y eso no es precisamente una buena noticia. Carlos Alcaraz, Alejandro Davidovich, Roberto Bautista y Pedro Martínez son los elegidos, pero ¿dónde están el resto?
El panorama desalentador del tenis español
Mientras observamos cómo otros países brillan con múltiples representantes, nosotros nos quedamos cortos. Jaume Munar y Albert Ramos intentaron acceder desde la fase previa, pero se encontraron con el muro de la realidad: Munar fue derrotado por Daniel Altmaier y Ramos cayó ante Yunchaokete Bu. A veces parece que tirar a la basura nuestras esperanzas de ver a más compatriotas brillar en este tipo de torneos es lo único seguro.
Parece que los números no mienten: cada vez hay menos efectivos españoles entre los mejores del circuito masculino. Es preocupante pensar que esto puede ser parte de una tendencia más amplia. ¿Dónde quedan las generaciones que solían llenar las pistas? Los jóvenes talentos deben tener su oportunidad si queremos recuperar la esencia del tenis español.
Mirando hacia adelante, la situación no pinta mucho mejor para el próximo Barcelona Open Banc Sabadell. Con un corte tan exigente, solo tres españoles han conseguido acceso directo: Alcaraz, Davidovich y Martínez; mientras que Pablo Carreño tendrá que esperar a ver si le conceden una invitación. La presión aumenta y todos nos preguntamos quién será capaz de romper esta mala racha.
No podemos dejar de recordar momentos pasados cuando nuestros jugadores dominaban las canchas como si fueran sus casas. Es hora de reflexionar sobre cómo podemos volver a ese camino donde el tenis español brillaba con luz propia.