El joven talento murciano, Carlos Alcaraz, ha comenzado su andadura en el Masters 1000 de Montecarlo con la mente puesta en regresar a las pistas de tierra batida. Después de 265 días sin un partido oficial sobre esta superficie, era hora de volver a sentir el polvo de ladrillo bajo sus pies.
El sábado llegó a Mónaco y al día siguiente ya estaba sudando la camiseta en las canchas del Montecarlo Country Club. Y qué mejor compañero para esta intensa sesión que Novak Djokovic, el rey del torneo y un viejo conocido para Carlitos. Ha sido la sexta vez que ambos se han visto las caras en los entrenamientos, una auténtica clase maestra.
Cargando motores para el debut
Aunque Alcaraz no juega un partido desde esa desafortunada derrota ante David Goffin en Miami, su preparación no ha sido nada fácil. Su entrenador, Juan Carlos Ferrero, ha estirado las sesiones hasta casi tres horas. ¿Por qué? Porque sabemos que sobre arcilla cada punto cuenta y los rallies pueden hacerse eternos.
Entre ejercicios de movilidad y fartlek —esos cambios de ritmo que tanto le gustan—, Alcaraz está afinando su técnica para deslizarse como pez en el agua por la tierra. Con Samuel López a su lado al inicio de esta gira, todos esperan ansiosos ver cómo rinde cuando finalmente pise la pista por primera vez este año.
No olvidemos que Montecarlo es un terreno desconocido para él; aquí todavía no ha logrado saborear el triunfo. Así que, ¡vamos a ver si este año puede cambiar eso!