En el mundo del tenis, cada palabra cuenta y Novak Djokovic lo sabe bien. Desde Doha, tras un emocionante debut en dobles junto a Fernando Verdasco, el serbio no se ha podido contener y ha abordado un tema candente: el positivo de Jannik Sinner. Este joven talento italiano se enfrenta a una suspensión de tres meses tras su reciente contratiempo en Indian Wells, y las reacciones en el vestuario no se han hecho esperar.
La inquietud entre los jugadores
Djokovic, con su experiencia y peso en el circuito, ha compartido que muchos jugadores están descontentos con cómo se ha manejado todo este asunto. “Dentro del vestuario, hay una mayoría que siente que esto no es justo”, afirmó con firmeza. La sensación de favoritismo parece estar flotando en el aire. Y claro, ¿quién puede culparlos? En un deporte donde cada decisión puede cambiar vidas, la transparencia es clave.
A medida que la polémica avanza, las voces críticas resuenan más fuerte. El exnúmero uno mundial no solo actúa como jugador; también es presidente de la PTPA, la asociación sindical de profesionales, lo que le otorga un enfoque aún más relevante para abogar por sus compañeros. Las tensiones crecen y todos miran hacia adelante mientras Djokovic sigue luchando por una competición justa donde todos tengan las mismas oportunidades.