En un encuentro que debería haber sido la gran oportunidad de reivindicación, los suplentes del RCD Mallorca se quedaron cortos en su intento de brillar en la Copa del Rey. Sin duda, era el momento ideal para demostrar que podían ser una opción viable para el once titular. Pero, lamentablemente, ni Asano, ni Llabrés ni Antonio Sánchez lograron hacer temblar el puesto de Mateo Joseph, quien sigue afianzado como extremo derecho a pesar de las dudas en su rendimiento.
Una segunda parte decepcionante
El partido contra el Deportivo dejó más preguntas que respuestas. Tras una primera mitad donde aún había destellos de juego colectivo, en la segunda parte el equipo se desvaneció. No solo fue cuestión de energía; también faltó creatividad. Pasaron de tener control sobre el balón a verse superados por la presión del rival, dejando escapar varias oportunidades claras.
No hay que dramatizar la derrota frente a los gallegos, pero sí es preocupante ver cómo algunos jugadores no logran dar ese paso adelante necesario para competir por un lugar en el equipo titular. En este momento crítico, parece que Arrasate tiene menos dudas sobre quiénes son sus elegidos y cada vez queda más claro que en posiciones clave como el extremo derecho no hay competencia real.
Pablo Torre fue quizás uno de los pocos que mostró algo diferente durante el primer tiempo, pero al salir del vestuario también se diluyó. Y aunque compite con Sergi Darder por un puesto, ambos tuvieron dificultades para mejorar lo que estaba ocurriendo en el campo.
Así las cosas, habrá que esperar a ver si alguno de estos suplentes logra cambiar la narrativa y demostrar que puede ser un buen aliado para Muriqi cuando más lo necesiten. Por ahora, parece que sus opciones siguen siendo escasas y con muchos interrogantes por resolver.

