La reciente victoria del Real Mallorca frente al Elche ha sido un soplo de aire fresco, casi un bálsamo tras esos empates frustrantes contra Osasuna y Oviedo. Sumar estos tres puntos no solo era necesario, ¡era vital! Y qué mejor manera de redimir esos resultados que con un triunfo claro, como el que disfrutamos en el Estadi de Son Moix.
Un juego magistral y goles para recordar
No se puede negar que lo más destacado fue la forma en que el equipo se plantó en el campo. Me atrevería a decir que hacía tiempo que no veía al Mallorca leer tan bien el partido. La estrategia, los pases, la conexión entre los jugadores… todo encajó a la perfección. Un auténtico espectáculo futbolístico que nos hizo sentir orgullosos.
Y no olvidemos la calidad de los goles. Fueron tres auténticas obras maestras, dignas de ser recordadas por mucho tiempo. Cada uno de ellos resonó con fuerza en nuestras almas y dejó claro que este equipo tiene potencial para dar mucho más.
Así, esta victoria no solo se traduce en unos merecidos puntos en la clasificación; también infunde confianza y credibilidad tanto dentro como fuera del vestuario. Así las cosas, es imposible no sonreír al pensar en cómo Gol ahora se escribe con M: la M de Morlanes, la M de Mascarell, y por supuesto, la M de Muriqi. Aunque hay que recordar ese gol del Elche en propia puerta por parte de Maffeo… ¡Cosas del fútbol!
Sé que suena a broma, pero así es como nos sentimos después de ver jugar a nuestro equipo. Ahora vienen nuevos retos: el Deportivo en Copa y luego Valencia en liga. ¿Con qué letra escribirán sus próximos goles? Solo el tiempo lo dirá.

