El futuro de Javi Llabrés está más incierto que nunca. En medio de un mercado de invierno que promete sorpresas, el Zaragoza ha puesto sus ojos en el canterano del Real Mallorca. La situación no es sencilla; se repite la historia de los últimos años, donde el joven futbolista tiene que decidir entre quedarse y luchar por minutos o buscar una cesión en Segunda División para ganar protagonismo.
La presión aumenta para Javi
A medida que se acerca enero, su nombre empieza a sonar con más fuerza. Ya se han sumado otros equipos a la lista interesados por él. El Zaragoza, actualmente peleando por evitar caer a la Primera RFEF, ve en Llabrés una pieza clave para reforzarse en la segunda vuelta. Sin embargo, hay algo que preocupa: Javi ha tenido poca continuidad bajo las órdenes de Javier Aguirre y Jagoba Arrasate, lo que lo llevó a salir cedido anteriormente al Mirandés y al Eldense.
A día de hoy, Llabrés acumula solo 294 minutos entre Liga y Copa del Rey, aunque ya dejó su huella al marcar un gol contra el Numancia. Lo curioso es que su contrato termina en junio. Si el Mallorca decide cederlo sin renovarle antes, podría estar despidiéndose del jugador; a partir del 1 de enero podría negociar libremente con cualquier club.
No podemos olvidar que con apenas seis meses de contrato restantes, las posibilidades de una venta son escasas. Una opción sería extender su vínculo, pero dada su edad (23 años) y la necesidad urgente de jugar regularmente, parece complicado. Con solo tres semanas hasta que se abra el mercado, es probable que Pablo Ortells tenga mucho sobre la mesa para decidir qué hacer con este prometedor talento.

