La historia de Marash Kumbulla en el Mallorca está a punto de dar un giro inesperado. Después de estar fuera casi dos meses y medio por una lesión, el central albanés regresa justo cuando más lo necesita su equipo. Con la ausencia forzada de Antonio Raíllo, quien se ha sometido a una operación tras fracturarse un pómulo en su último partido, Kumbulla tiene la oportunidad perfecta para demostrar que su cesión desde la Roma fue una decisión acertada.
Un reto que no puede dejar escapar
Kumbulla, que ha estado esperando pacientemente su momento entre lesiones y falta de minutos, se enfrenta ahora a un verdadero examen. Este sábado, el Mallorca se mide al Elche en Son Moix y es hora de que él brille. Aunque Raíllo tendrá que usar una máscara protectora tras su intervención quirúrgica y probablemente no regresará pronto, Kumbulla sabe que esta es su ocasión para hacerse un hueco en el once titular.
El albanés llegó al Mallorca con grandes expectativas después de haber destacado en el Espanyol la temporada pasada. Sin embargo, las cosas no han sido fáciles; con Raíllo y Valjent como titulares indiscutibles y una pretemporada complicada en Italia, Kumbulla sabía que tendría que luchar mucho por ganarse la confianza del técnico Jagoba Arrasate.
A pesar de los obstáculos, cuando finalmente tuvo sus oportunidades, mostró destellos de calidad. Pero una lesión durante un partido clave le mantuvo alejado del campo más tiempo del deseado. Ahora bien, después de regresar brevemente en Copa del Rey ante Numancia y disputar unos minutos limitados, está listo para asumir este nuevo desafío con determinación.
En definitiva, este fin de semana se presenta crucial no solo para Kumbulla sino también para todo el equipo mallorquinista. A medida que intentan mantenerse alejados del descenso –con solo dos puntos por encima del Osasuna– cada partido cuenta. La victoria contra el Elche es imperativa si quieren asegurar un final tranquilo antes del parón navideño.

