La mañana de este domingo, el capitán del Mallorca, Antonio Raíllo, se ha visto obligado a pasar por el quirófano en la clínica Juaneda de Palma. Esta intervención llega tras un fuerte golpe que sufrió durante el partido contra el Oviedo, donde una caída desafortunada le dejó con un traumatismo craneoencefálico y la sospecha de una fractura en el pómulo.
El club no ha querido entrar en detalles sobre su estado, pero ha dejado claro que la evolución del jugador será clave para determinar cuándo podrá volver a unirse al equipo. En sus redes sociales, mandaron un mensaje lleno de apoyo: Mucha fuerza, estamos contigo, capitán. Una muestra de cariño que demuestra la unión del grupo.
Un contratiempo inesperado para el equipo
Después del duro golpe que recibió en la última jugada del encuentro en Oviedo, Raíllo pasó la noche bajo observación médica. Ayer regresó a Palma para hacerse más pruebas y confirmar lo que todos temían: una posible fractura. La operación era necesaria para estabilizar su pómulo y asegurar una recuperación adecuada. Aunque no hay un parte médico oficial que indique exactamente cuánto tiempo estará fuera, estas lesiones suelen requerir varias semanas de baja. Así que nos podemos preparar para no verlo en los próximos compromisos tanto en Liga como en Copa del Rey.
Esta ausencia representa un verdadero dolor de cabeza para Jagoba Arrasate, ya que Raíllo había sido titular indiscutible en cada uno de los partidos hasta ahora. Con su salida del campo, las opciones se reducen a Kumbulla, quien ya está recuperado de su propia lesión, o al joven David López desde la cantera. El técnico tendrá que ingeniárselas para mantener el espíritu competitivo sin su líder.

