En el mundo del fútbol, a veces los jugadores pasan por rachas en las que parece que todo se les complica. Este es el caso de Vedat Muriqi, delantero del Real Mallorca, quien parece estar encontrando su camino nuevamente. Después de una semana para recordar, donde no solo anotó un gol en la derrota contra el Real Madrid, sino que también se lució con su selección al marcar ante Suecia, la afición comienza a soñar.
Recordemos que Muriqi tuvo una temporada complicada; tras un año lleno de dudas y lesiones, muchos se preguntaban si sería capaz de recuperar ese nivel que enamoró al mallorquinismo durante su segundo año en la isla, cuando hizo vibrar a todos con 15 goles. El verano no comenzaba con las mejores expectativas y los aficionados estaban preocupados. La pretemporada fue un torbellino de incertidumbre; desde sus actuaciones en Austria hasta su expulsión frente al Barcelona, había más sombras que luces.
El regreso del guerrero
Pese a ello, la salida de Cyle Larin dejó a Muriqi como el principal referente ofensivo del equipo bermellón. Y vaya si supo aprovecharlo: en el Santiago Bernabéu volvió a ser ese jugador dominante en duelos aéreos y efectivo asistiendo a sus compañeros. Y aunque su gol llegó con algo de fortuna, ¡vaya si cuenta!
La convocatoria con Kosovo era otro punto delicado. Cada vez que defendía a su país, los corazones de los mallorquinistas temblaban ante el miedo de una nueva lesión. Sin embargo, esta vez Muriqi brilló: anotó un gol crucial ante Suecia, manteniendo vivas las esperanzas para acceder al próximo Mundial.
Su tanto no fue un remate convencional; inició una jugada veloz junto a su compañero y logró anotar desde fuera del área con un potente disparo. Al fin parece que Vedat se está entonando y nosotros queremos verlo seguir así, porque necesitamos esa chispa y entrega en cada partido.