Hoy, en Son Moix, el Mallorca se enfrenta al Celta de Vigo en un partido que marca el verdadero comienzo de la Liga para los bermellones. Tras un arranque lleno de controversias contra el Barcelona, donde las decisiones arbitrales dejaron mucho que desear, los hombres de Jagoba Arrasate están decididos a dejar atrás ese episodio y demostrar su valía en el campo.
Un reto con bajas importantes
No será fácil, eso está claro. Con Muriqi y Morlanes sancionados tras ver la roja en el último encuentro y Samu Costa aún recuperándose de una lesión, Arrasate se encuentra ante un panorama complicado. La situación es tensa: no solo hay ausencias por lesiones o sanciones, sino que hay jugadores como Pablo Maffeo y Cyle Larin que parecen estar más fuera del equipo que dentro. Aún así, el técnico vasco tiene planes: Mateo Joseph podría ser el elegido para ocupar la delantera mientras Darder se une al medio campo junto a Mascarell o Antonio Sánchez.
El ambiente en Son Moix promete ser intenso. La afición ha hecho las paces con el equipo tras una temporada anterior llena de altibajos y está dispuesta a apoyar a los suyos en este nuevo comienzo. Aunque enfrentarse al Celta nunca es sencillo —la temporada pasada nos dieron dos lecciones—, hoy es día para cambiar la historia.
Sin embargo, no todo es negativo. El Mallorca tiene la oportunidad de sumar puntos vitales antes del choque contra el Real Madrid. Y aunque este partido no sea una final, ganar sería un bálsamo para calmar las aguas revueltas del inicio liguero.
Aún queda mucho camino por recorrer antes de cerrar el mercado de fichajes y reforzar una plantilla que ya muestra carencias. Pero hoy empieza algo nuevo; esperemos que sea con buen pie.