La historia de Llorenç Simonet es una montaña rusa de emociones. Este joven aficionado del Mallorca, con solo 8 años, se hizo viral el pasado sábado tras ser captado en pleno llanto durante el partido contra el Barcelona. La impotencia lo invadió y su imagen se proyectó en el videomarcador de Son Moix, llevando a todo el estadio a pasar de los silbidos y protestas a un aplauso colectivo que resonó como un abrazo solidario.
Una experiencia que transforma
Pero este martes, las lágrimas dieron paso a la alegría cuando el club decidió invitar a Llorenç y su hermano Pau al entrenamiento del primer equipo. Un gesto que no solo buscaba consolarlo, sino también celebrar su pasión por el mallorquinismo. En ese ambiente tan especial, pudo ver de cerca a sus ídolos, quienes no dudaron en acercarse para bromear con él y animarle a seguir apoyando al equipo.
El vídeo que compartió el Mallorca muestra esos momentos entrañables, donde futbolistas como Abdón o Sergi Darder le hicieron sentir como parte del equipo. Al final del día, Llorenç salió emocionado con una camiseta firmada por los jugadores. Una pequeña recompensa que seguramente será un recuerdo imborrable tras ese mal rato vivido en el campo. Así es como, entre lágrimas y risas, se forjan los verdaderos aficionados: siempre listos para seguir adelante con amor y pasión por su equipo.